ir más allá constantemente

El mundo está cambiando y nosotros con él. lo que esperamos, lo que buscamos, lo que necesitamos, nuestros valores y nuestras necesidades esenciales están cambiando, y no es sólo una cuestión generacional, que también. Se trata más bien de una evolución lógica.

Yo nací en el 83, por lo tanto formaría parte de la generación de los llamados millenials, o generación Y. En contraposición a la generación X, la anterior, se dice de nosotros que somos menos fieles, nos movemos por proyectos y por afinidades, si el proyecto cambia, si nuestras necesidades cambian, no tenemos miedo a comenzar de nuevo. Esta filosofía es aplicable a todos los ámbitos de la vida: las relaciones de pareja, las amistades y por supuesto, los proyectos profesionales.

Hay que ser conscientes de los cambios que se han dado en la sociedad en los últimos años. Por un lado a nivel social hemos visto como cada vez más de demandan medidas conciliación, porque cada vez más vemos el trabajo como una parte de nuestra vida que debe complementarse con las demás. La tecnología nos está ayudando a automatizar muchas actividades y a ser más productivos, si bien es cierto que esto redunda o redundará en la desaparición de ciertos puestos de trabajo, también nos está permitiendo relacionarnos de otra manera, ahora ya no necesitamos estar presentes en la oficina, ya que con un acceso a internet (y ahora tenemos buenas conexiones por todas partes) tenemos acceso a la nube, y podemos conectarnos a reuniones en remoto, incluso podemos grabar la reunión y subirla a la nube para que las personas que no han podido asistir tengan acceso a toda la información.

La cuarta revolución industrial, la Transformación Digital, está suponiendo la transformación del mundo tal y como lo conocíamos. y ahora tenemos que acostumbrarnos a vivir en el mundo VUCA (Volatility, Uncertanty, Complexity, Ambiguity) En el que el cambio es contante y la incertidumbre y la ambigüedad generan retos y problemas de una alta complejidad. Un mundo en el que las personas necesitamos crecer, para poder ir más allá constantemente.

Y para adaptarnos a este mundo tenemos que cambiar nosotros también, desarrollar nuestras habilidades, pero sobretodo cambiar nuestra mentalidad. No podemos esperar encontrar un contexto seguro donde todo esté bajo control, eso ya no existe. por muy cómodo que estés, el mundo mañana puede cambiar y echarte de una patada de allí donde estés: tu empresa puede decir cerrar o fusionarse con otra, tu jefe puede cambiar y con él el proyecto que tan interesante había sido para tí hasta este momento, tu pareja puede encontrar a otra persona y enamorarse de ella, tu ciudad puede declararse en bancarrota, etc

¿Esto quiere decir que tenemos que vivir agobiados y estresados constantemente? bueno, depende… Si no te gustan los cambios, y todavía sigues buscando un entono seguro y constante, y sin él, entonces seguramente sí, vivirás angustiado… El gran reto que tienes es prender a ver el cambio como una oportunidad, una oportunidad de crecer, de aprender, de ir más allá. Un reto del que saldrás reforzado. Ese es el gran trabajo que tenemos que hacer:

  1. Desarrollar nuestra Resiliencia: la capacidad que tenemos de adaptarnos a las situaciones cambiantes, difíciles, que suponen un reto, para poder salir fortalecidos de ella.
  2. Aprender: constantemente, formarnos, informamos, leer, hablar, compartir…
  3. Mejorar nuestro Networking: la gran habilidad del siglo XXI, uno sólo ya no puede con todo, cada vez es más necesario contar con una buena red de contactos en la que poder apoyarse.
  4. Mejorar el Liderazgo: tomar las riendas de tu vida, tener el valor de asumir riesgos y tomar decisiones difíciles, es necesario en todas las facetas de nuestra vida.

Por eso los millenials somos como somos, porque nosotros hemos desarrollado nuestra vida adulta en este contexto. No hemos conocido la seguridad de vivir en un entorno que avanza lentamente hacia el desarrollo, hemos crecido como adultos en un contexto de crisis económica, hemos aprendido a sobrevivir en él mirando siempre más allá. No nos conformamos con lo que tenemos, porque hemos aprendido que mañana podría desaparecer, por lo que necesitamos algo más que un buen trabajo, queremos algo que nos llene que nos inspire, que encaje en nuestro proyecto de vida y nos permita vivir de la manera que queremos vivir.

Y eso no es malo, eso no es no tener valores, es tener unos valores diferentes. No es que no nos comprometamos, es que tenemos otras necesidades y otras ambiciones.

Todavía recuerdo la primera vez que le dije a mi padre que estaba buscando trabajo, porque donde estaba no era feliz, no compartía la visión de la compañía, y no me entendía con mi jefa, y eso estaba redundando en que cada vez estaba menos motivada y mi rendimiento, lógicamente, no era el mejor. Él me miró con cara de desconcierto y me dijo: «pero si tienes un contrato indefinido…», no podía entender lo que yo le decía, porque para él el trabajo es trabajo, si tienes unas condiciones medianamente buenas, te da seguridad para vivir de una manera más cómoda, sin sobresaltos y nada más.

Pero hoy en día los contratos indefinidos sólo te aseguran tener una mejor indemnización en caso de despido. Si la empresa tiene que prescindir de tus servicios lo hará, porque el puesto desaparece, porque tienen que reducir la plantilla, porque ha venido un director nuevo y se ha traído a su equipo de confianza, porque tu rendimiento ha bajado… así que ¿por qué no vamos a hacer nosotros lo mismo?

Y aquí hago un llamamiento a todas aquellas personas que no son felices en sus puestos de trabajo, o no son felices con sus parejas, o con el lugar en el que viven, o con lo que sea… ¿a qué estáis esperando? ¿quién pensáis que va a venir a solucionaros vuestros problemas?

Ir más allá constantemente, también es esto. es tener el valor de mirar más allá y atreverse a dar el primer paso para tener una vida mejor, para crear tu propia realidad, para buscar mejores alternativas.

El mundo está lleno de oportunidades, ¡sal a buscarlas ya!

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